En esta ciudad se encuentran las ruinas del castillo de San Carlos. En este sitio estuvo hospedado accidentalmente, en 1929, Antoine de Saint Exupery, autor del libro denominado "El Principito", luego que su avioneta aterrizara cerca del castillo.
Allí el escritor conocio a una familia muy particular. Las hijas de este matrimonio tenían como mascotas: animales salvajes y vivían como en otro mundo. El escritor definió esta experiencia como "vivir un cuento de hadas".
En este marco, cuenta la leyenda, que Antoine imagino el mundo de El Principito. Hoy en día podemos encontrar en el parque del castillo arboles muy parecidos a los famosos Baobabs que amenazaban al planeta del Principito.
Este parque natural de 70 hectáreas presenta lomadas y selva en galería, llegando hasta la orilla del río Uruguay. A pesar de que un incendio destruyó el castillo dejando sólo las paredes en pie, caminando entre las ruinas es posible imaginar cómo habrá sido la vida en esta mansión.
Si les gusto esta historia visiten el castillo y comprenderán aún más el espíritu del libro.
Publicado por Fabiana Pellizza.
El castillo de San Carlos.